Las cartas que Valera escribió en sus años juveniles son las más conocidas y las que contribuyeron de modo decisivo a la forja de su estilo como novelista y crítico. Aquí encontramos cartas familiares, comunicados enviados a publicaciones periódicas como «cartas abiertas» o notas estimulantes destinadas a jóvenes escritores que, en muchos casos, las utilizaron como prólogo a la edición de sus libros. En nuestra edición se excluyen los artículos de crítica literaria escritos en forma epistolar y las numerosas comunicaciones diplomáticas que Juan Valera transmitió al Ministerio de Estado.
Esta edición ha seguido varios criterios fundamentales: Se reproduce la versión manuscrita de cada texto siempre que ha sido posible (si no, la de su último editor); la ordenación de los textos es cronológica y cada carta va precedida por el nombre del destinatario, el lugar y la fecha de data (año, mes y día), y se evita un abrumador aparato de anotaciones explicativas, para facilitar la lectura de los no especialistas. Un índice de nombres propios (de personas y lugares), títulos de libros y de las publicaciones periódicas citados ayudará a situar el riquísimo contenido referencial de esta obra.
Juan Valera y Alcalá-Galiano fue un escritor, diplomático y político español del siglo XIX. Empezo tarde a escribir, publicó su primera novela con cincuenta años. Cultivó diferentes géneros. Como novelista creía que la novela debe reflejar la vida pero embelleciéndola, intentando eliminar los aspectos crudos de la realidad ya que la finalidad de la novela es la creación de la belleza. Sus dos temas principales son los conflictos amorosos y los religiosos. Entre sus obras destacan: Pepita Jiménez (1874), El comendador Mendoza (1877), Doña Luz (1879), Juanita la Larga (1896).