El Libro de la Vida se redactó en periodos sucesivos y con finalidades distintas, aunque el periodo de redacción definitivo suele situarse entre 1562-1566. La Santa lo escribió por mandato y bajo la dirección de sus confesores, e iba dirigido a un círculo religioso reducido. El Libro comprende hasta sus 50 años de edad y lo escribe durante una de las etapas más difíciles de su vida. En su mayor parte el Libro de la Vida narra su progreso espiritual y sus vivencias místicas, así como su práctica y concepción de la oración, escrito en su particular estilo analítico y enormemente sincero. Por esto se ha calificado a la obra como “autobiografía introspectiva”.