Ana Caro, dmitida en los altos círculos de la nobleza cercana al Conde Duque de Olivares, no ha dejado sin embargo documentos biográficos sobre su existencia. Su figura aparece como un fantasma oculto en la historia documental: no conocemos datos familiares, estamento, educación, estado... Ella, como los personajes femeninos de sus comedias, bajo el disfraz de mujer varonil o como amante secreta y nocturna, parece existir sólo en la escritura, velando su identidad bajo los textos.