Alvar Núñez Cabeza de Vaca es recordado sobre todo por ser el cronista descubridor de las cataratas de Iguazú y su viaje a Perú, narrado en su obra más singular, Comentarios. Sin embargo, había viajado por primera vez a América años antes, en 1527, con la desgraciada expedición a la península de Florida de Pánfilo de Narváez. La expedición concluyó diez años después, tras muchas aventuras, de forma dramática y cruel, con sólo cuatro supervivientes de las 600 personas que la iniciaron.
Naufragios son las memorias que Cabeza de Vaca escribió sobre este viaje. Documento histórico de valor indiscutible, es, también, una narración trepidante y maravillosa de hazañas, calamidades y peligros que la convierten en una crónica épica. En esta edición José María Merino ha pulido y versionado el lenguaje para, sin perder el sabor de antaño, acercar la obra a un español más actual.
«Él vierta añejo vino en Odres Nuevos», Marcelino Menéndez Pelayo.
LAS OBRAS MÁS IMPORTANTES DE LA LITERATURA ESPAÑOLA SE VIERTEN AL LENGUAJE ESPAÑOL MODERNO PARA PONERLAS AL ALCANCE DE TODOS LOS LECTORES.
Conquistador español que exploró la costa sur de Norteamérica desde la actual Florida hasta el Golfo de California, pasadon por Alabama Misisipi Luisiana, Texas y Norte de México, anexionado todos estos territorios al Imperio español. Antes de iniciar su segundo viaje a América esta vez en dirección contraria, hacia el sur, Carlos I de España le otrogó el título de segundo adelantado y lo nombró capitán general y gobernador de Nueva Andalucía del Río de la Plata, Paranaguazu y sus anexos. Fue el primer europeo en llegar a las cataratas del Iguazú y exploró el cauce del río Paraguay.
Hay documentos escritos por él sobre sus expediciones y su época de gobernador que son una interesante fuente para la historia de la colonización de América.
José María Merino, nacido en La Coruña e Hijo Adoptivo de León, es un narrador, poeta, ensayista y académico de la Real Academia Española. Actualmente reside en Madrid. Pese a sus inicios poéticos, José Mª Merino ha cultivado principalmente la prosa: libros y artículos de viajes, ensayos literarios, crítica, novelas, novelas juveniles y cuentos, género este último del que se ha convertido en uno de sus más significados valedores. También es un destacado conferenciante y narrador oral: junto a los también leoneses Luis Mateo Díez y Juan Pedro Aparicio ha recuperado la costumbre del filandón (reuniones nocturnas en las que se contaban cuentos y leyendas mientras se hilaba o se hacían otros trabajos), típica de León, aunque modernizada mediante la lectura de cuentos brevísimos de los propios autores.