Tras unos años en Madrid, Juan Ramón Jiménez vuelve a Moguer, su pueblo natal. A su regreso, su estado de salud es delicado y su familia atraviesa una mala situación económica. Moguer ya no es lo mismo, y Juan Ramón se distancia del pueblo, de su gente, y se desilusiona… Atrás quedó el Moguer de su infancia. En su soledad, Platero será el destinatario de sus pensamientos, de la exteriorización poética de Juan Ramón, quien le mueve a la manifestación lírica y quien parece entender todo lo que nombra el poeta.
La obra de Juan Ramón Jiménez (1881-1958), inseparable de su vida, no conoce fronteras rígidas entre el verso y la prosa, nacidos ambos de una única fuente de inspiración. Bajo este paradigma, este clásico de la literatura española desde su primera edición completa en 1917, Platero y yo, nos muestra como nunca la realidad cotidiana, desnuda de todo prosaísmo, que queda elevada a su pura esencia lírica con unas pinceladas tan breves como cuidadosamente depuradas.
Juan Ramón Jiménez Mantecón, nacido en Huelva, poeta español, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1956, por el conjunto de su obra, designándose como trabajo destacado de la misma la narración lírica Platero y yo.
Aunque por edad pertenece al Novecentismo o Generación del 14, mantuvo estrecha relación con las generaciones anterior (Modernismo, que influyó su primera etapa) y posterior (Generación del 27, a la que apoyó al menos en sus primeros trabajos -aunque más tarde los atacara- y de la que fue uno de los principales modelos, así como referencia para algunos de los autores vanguardistas).
Buscaba conocer la verdad, como forma de alcanzar la eternidad y la exactitud para él era la belleza, considerando la poesía como una fuente de conocimiento para captar las cosas.
Juan Ramón Jiménez escribe una poesía panteística, exacta y precisa. Su poesía evoluciona de forma que se distinguen dos épocas. Escribió el Diario de un poeta recién casado, primeramente llamado Diario de un poeta y el mar, en que cuenta su viaje de luna de miel a los Estados Unidos. Los temas son el amor, la realidad de las cosas... Otro de sus éxitos fue Poemas májicos y dolientes, extravagante título en el que se destaca la forma personal de escribir de Juan Ramón, que siempre escribía «j» en vez de «g» antes de «e, i».
Murió en San Juan de Puerto Rico a los 77 años de edad.
Antonio A. Gómez Yebra es profesor titular de literatura española contemporánea en la universidad de Málaga. Especialista en Jorge Guillen y autores del siglo XX español, su labor de creación para el público infantil y juvenil le ha proporcionado diversos premios.