El trío de personajes que forman los hermanos Ana y Carlos Corsi y Martín Soto (éste, más acusadamente) está afectado por lo que significa -y no sólo en sentido literal- el sustantivo insolación que da título a esta novela de Carmen Laforet. Cierto es que notan, en forma de sudor y cansancio, los efectos del mucho y potente sol, pero lo que así se enuncia es una especie de sutil borrachera que coincide con temporadas de libertad apenas reprimida, cuando imaginación y sentidos campan por sus respetos.