En el verano de 1604, próximo a cumplir los cincuenta y siete años, Miguel de Cervantes entregaba al librero de la Corte el manuscrito de una obra suya titulada El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Esta obra, casi cuatro siglos después, sigue contándose entre las excelsas del genio humano y su fama le ha llevado a ser patrimonio de la humanidad y texto culmen de la literatura española y universal. Cervantes proyecta el poder de su fascinación e influencia sobre la época moderna como el creador del género que implícitamente la refleja, el género que es a la vez imaginación y crítica, relativista y realista: la novela moderna.
El Quijote no es sólo esta obra prototípica de un género multiforme; es también una gran creación poética que ha obrado en el espíritu del hombre moderno con la fuerza irresistible de los mitos y símbolos más profundos de su destino. La edición de Luis Andrés Murillo nos invita a la relectura continua de la Novela con mayúsculas.
Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares en 1547 y falleció en Madrid en 1616. Fue poeta, novelista y dramaturgo. Es considerado una de las máximas figuras de la literatura española por su obra Don Quijote de la Mancha, que muchos críticos han descrito como la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura universal. Otras de sus obras son Novelas Ejemplares (1613), Viaje del Parnaso (1614), Ocho comedias y ocho entremeses (1615) y su obra póstuma Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617), en cuya dedicatoria se despide de sus lectores.