La doble historia del Dr. Valmy se sitúa en un lejano país llamado Surelia, donde un policía torturador se autocastiga con la impotencia sexual tras castrar a un torturador. Lúcida tragedia moderna es Jueces en la noche, obra en la que el protagonista, exministro de Franco y ahora diputado de un partido centrista, es un hombre lleno de remordimientos por sus recuerdos del pasado. Finalmente, en Las trampas del Azar, Buero Vallejo coteja varios tiempos de la crónica española y entraen el misterioso mundo de las coincidencias significativas.
Con estas tres obras, estrenadas en 1968, 1979 y 1995, respectivamente, podemos entender los grandes parámetros que marcaron el teatro de Antonio Buero Vallejo: el propósito explícito de lograr una síntesis entre los antagónicos estilos del realismo y simbolismo y el tema común de la tragedia del individuo. Y, además, gracias a esta edición de Martha Halsey, se engloban por primera vez las tres obras de Buero que marcan el cambio de la dictadura a la democracia, en claro hilo conductor.
Su firme posición de apoyo a la República durante la Guerra Civil, así como su afiliación al Partido Comunista le supuso, en principio, una condena a muerte que finalmente quedó reducida a siete años en distintas cárceles franquistas. A partir de 1946, en libertad provisional, comienza su producción teatral, siendo en 1948, con el estreno de Historia de una escalera, cuando consigue el primer reconocimiento y éxito de crítica y público. A partir de entonces sigue estrenando obras, casi siempre con problemas con la censura debido a los temas tratados. A destacar obras como El concierto de San Ovidio (1962) o El tragaluz (1967). Miembro de la RAE, Buero Vallejo recibió el Premio Cervantes en 1986. Diez años más tarde, en 1996, también sería premiado con el Premio Nacional de las Letras Españolas.
Autor del boceto: (c) Ricardo Asensio, 1986