La guerra de los mundos es una narración para la que se ha escogido el estilo autobiográfico de un intelectual al que las circunstancias han convertido en corresponsal de guerra. Welles se supera a sí mismo en la hábil, progresiva y minuciosa descripción de la ruina material y moral de una sociedad altamente civilizada confrontada, en un tiempo récord, a la amenaza incontrolable de la muerte que, de forma apocalíptica, llueve del cielo y se concreta en armas invencibles. En los individuos afloran los peores y más bajos instintos, pero también el altruismo, la nobleza y el espíritu de lucha, como se ve en la actitud del hermano respecto a las mujeres que ayuda, en el carácter práctico y valiente de una de ellas y en el intento de los poderes públicos, gobierno y ejército por oponerse, pese a todo, al invasor, y por ayudar a la población civil.