Mister Witt contiene un espléndido y rico reportaje sobre una Cartagena que queda más vitalmente próxima -en la reconstrucción de una atmósfera urbana- de 1935 que de 1873. En la medida en que Míster Witt en el Cantón llevaba en sí un mensaje motivado por y destinado a la situación de la sociedad española en los umbrales de la guerra civil, es lícito hablar de una fortuna radicalmente adversa para esta obra de un novelista que se sintió siempre comprometido con los grandes problemas sociales del tiempo que le tocó vivir durante los años de su permanencia en España. El huracán de la historia se apresuró a aventar unas páginas que hablaban del valor de cada vida humana, de la dignidad que asiste a cada hombre por el hecho de serlo, de la primacía de la generosidad sobre la violencia.
(De la Introducción de José María Jover)