Centrada en la figura del funcionario cesante Ramón Villamil, posición de gran actualidad en aquel momento de alternancia de partidos políticos, Miau nos narra la historia de tres mujeres empeñadas en vivir por encima de sus posibilidades, y la de un niño enfermizo que ve a Dios en sus sueños, y la de un hombre sin escrúpulos que triunfa a pesar de su conducta inmoral… Así, a través del descenso a los infiernos de la burocracia del funcionario Ramón Villamil, despedido poco antes de poder disfrutar de su jubilación, los diversos hilos argumentales del relato son anudados con mano maestra y desembocan en un final esperpéntico, a la vez trágico y caricaturesco.
Sátira implacable del Madrid burocrático de la época, Miau, publicada en 1888, es una de las más grandes novelas de Benito Pérez Galdós, y se convierte en un magnífico alegato contra el mundo cerrado y agobiante de la España de la Restauración.
De Miau podríamos decir que plasma un decisivo punto de inflexión en la preocupación casi obsesiva que sintió Galdós desde sus inicios como escritor por ocuparse de los males de España y de sus soluciones, novela con la que consiguió una de sus obras más complejas y logradas.
Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de mayo de 1843 – Madrid, 4 de enero de 1920) tuvo como única actividad profesional la literatura, a la que se dedicó de modo tenaz e incansable. Intervino en política –llegó a ser diputado– y perteneció a la Academia de la Lengua.
Comenzó su andadura literaria mientras escribía para el diario La Nación, con los Episodios Nacionales, que le dieron un éxito inmediato. Durante este período también escribió novelas como Doña Perfecta (1876) o La familia de León Roch (1878). Según confesión del propio autor, con la lectura de La taberna, de Zola, descubrió el naturalismo, lo cual cambió su modo de narrar. A partir de ahí escribió alguna de sus obras más importantes, como Fortunata y Jacinta (1886-1887), Miau (1888) y Tristana (1892). Posteriormente escribió algunas novelas más experimentales, en las que, en un intento extremo de realismo, utilizó íntegramente el diálogo, como Realidad (1892), La loca de la casa (1892) y El abuelo (1897), algunas de las cuales adaptó también para la escena. El éxito teatral más importante, sin embargo, lo obtuvo con la representación de (1901), obra polémica que provocó numerosas manifestaciones y protestas por su contenido anticlerical. Otras obras deeste autor son: Zumalacarregui, Trafalgar, Marianela ó Tormento
Galdós es el restaurador de nuestra tradición novelística, el recuperador de la tradición española del Siglo de Oro y uno de los máximos representantes del Realismo español. Con razón la crítica no ha dudado en calificarlo como el mayor novelista después de Cervantes, digno de emparejar con los mejores escritores de su siglo. Escritor de una gran riqueza inventiva que no encuentra parangón entre sus coetáneos, cerca de ocho mil personajes forman el complejo y rico mundo de ficción creado por Galdós. Pasiones, debilidades, fisonomías, caracteres humanos, sufrimientos... se engarzan y cobran vida en un contexto urbano descrito con precisión y maestría. Fue nominado al Premio Nobel en 1912.
Francisco Caudet es profesor de Literatura Española de la Universidad Autónoma de Madrid, y lo fue en Nottingham y Sheffield, así como en San José State, Cal. State L. A., Duke, Stanford, Johns Hopkins, Aix-en-Provence, El Colegio de México -Cátedra Eulalio Ferrer-, Universidad de Neuchâtel y Universidad de Buenos Aires. En 1996 fue galardonado con el Premio Humboldt de Investigación en Humanidades.
Entre sus libros destacan: Vida y obra de José María Salaverría, Cultura y exilio. La revista España Peregrina, Crónica de una marginación: Conversaciones con Alfonso Sastre, El exilio republicano en México: Las revistas literarias, 1939-1971, Las cenizas del Fénix: La cultura española en los años 30, Hipótesis sobre el exilio republicano de 1939.