Tejida en torno al tema del honor, El alcalde de Zalamea es, junto con La vida es sueño, la obra más popular de Calderón de la Barca (1600-1681). Ficción, tradición literaria, folklore e historia libremente tratada se entremezclan en un drama en el que, además, se reflejan algunos de los conflictos sociales de una sociedad en crisis, como era la España del siglo XVII. Con todo, El alcalde de Zalamea es una obra nueva, lejos de las caracterísiticas de las tan habituales refundiciones en nuestro teatro del Siglo de Oro, atentas sólo a repetir mecánicamente los procedimientos de éxito garantizado desde que Lope creó las bases de la nueva dramaturgia. Y, por eso, la obra trasciende las coordenadas temporales y va más allá de un drama de honor campesino para hablar de temas universales, como la justicia, la venganza, la libertad o la dignidad humana.
El alcalde de Zalamea se concibe así como una obra polisémica llena de matices e interpretaciones posibles, de múltiple riqueza semántica. En ello y en su fuerza dramática reside, sin duda, su encanto y la razón del éxito y permanencia a lo largo de los siglos
Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) es considerado un destacado dramaturgo del Siglo de Oro español. Escribió comedias, autos sacramentales, loas y entremeses. En su época las tendencias barrocas habían llegado a la plenitud de su desarrollo, y él hace un valioso uso de ellas siendo uno de los máximos exponentes de este estilo. "La vida es sueño", estrenada en 1635 y publicada en 1636, es considerada una obra paradigmática del teatro barroco español. Con Calderón cobra mucha importancia la escenografía y la música, su propósito era dar origen a un espectáculo que uniera diversas artes. Otras de sus obras son "La dama duende" (1629), "A secreto agravio, secreta venganza" (1636) y "El alcalde de Zalamea" (1651).
(Soria, 1947) es catedrático de Literatura en la Universidad Complutense de Madrid y experto del Siglo de Oro.