Garcilaso de la Vega, consiguió introducir las formas y el espíritu del Renacimiento en la poesía española, con una obra de gran belleza y delicada musicalidad, que fue expresión de una atormentada y patética sensualidad, con referencias continuas al amor imposible -ya por ir contra las normas sociales, ya por sobrevenir la muerte de la amada. Un dolor de amor que llega a constituir la propia identidad del hombre -No me podrán quitar el dolorido / sentir, si ya del todo / primero no me quitan el sentido- y que se soluciona, en su última poesía pastoril, en una verdadera sublimación de corte neoplatónico, en un goce hedonista del paisaje, la música y el arte. En esta edición, cada poema se presenta primero por medio de una breve introducción particular; luego el texto crítico con variantes y, a pie de página, recoge comentarios desde los autores clásicos hasta los investigadores contemporáneos.
Garcilaso de la Vega (Toledo, 1501 - Niza, 1536), cortesano y soldado de Carlos V, consiguió introducir las formas y el espíritu del Renacimiento en la poesía española, con una obra de gran belleza y delicada musicalidad, que fue expresión de una atormentada y patética sensualidad, con referencias continuas al amor imposible -ya por ir contra las normas sociales, ya por sobrevenir la muerte de la amada. Un dolor de amor que llega a constituir la propia identidad del hombre -No me podrán quitar el dolorido / sentir, si ya del todo / primero no me quitan el sentido- y que se soluciona, en su última poesía pastoril, en una verdadera sublimación de corte neoplatónico, en un goce hedonista del paisaje, la música y el arte.
Elias L. Rivers nació en Carolina del Sur en 1924. Profesor emérito de la State University of New York at Stony Brook, se ha especializado en la poesía española del Siglo de Oro. Entre sus libros sobresalen la edición antológica de Poesías de Francisco de Aldana, la edición crítica de Poesías castellanas completas de Garcilaso de la Vega y la del Viaje del Parnaso y poesías varias de Miguel de Cervantes. En 1989 fue nombrado presidente de honor de la Asociación Internacional de Hispanistas. En 1992, la Universidad de Salamanca le otorgó el Premio Nebrija.