Prólogo de Enrique Moreno Báez
Desde muy antiguo los pueblos germánicos acostumbraron a celebrar en verso sus míticos orígenes y las hazañas de sus héroes. No es extraño que, con la invasión de estos pueblos, se extendiera el hábito de componer y el gusto de oír relatos épicos a otras regiones, y que andando los tiempos Inglaterra, Francia y España fueran a tener epopeyas en sus propios idiomas. En realidad, el interés por las historias, por las leyendas, transmitidas de boca en boca, difundidas por el romancero y proyectadas sobre la escena desde el xvi, ha llegado hasta nuestros días.
Esta antología nace con la idea de ofrecer las mejores leyendas de temas y personajes que han pasado al imaginario colectivo, un texto que las refleje enla época de florecimiento de cada epopeya. Incluimos, así, leyendas tan famosas como la del Rey Rodrigo, los siente infantes de Lara, el cerco de Zamora, las mocedades del Cid, Covadonga o la condesa traidora, entre otras.