Este libro contiene, escrito en la lengua nuestra de cada día, el contenido de un códice medieval que narra las gestas de Rodrigo Díaz de Vivar, llamado por todos, moros y cristianos, el Cid Campeador. En tres cantares quiso el narrador partir el relato de las hazañas del héroe. En el primero, Cantar del destierro, se cuenta cómo, perdido el favor de Alfonso VI, rey de León (1065) y de Castilla (1072), llamado Emperador de toda España, el Cid hubo de marchar al destierro con los suyos, y en tierra de moros ganar el pan para su gente. En el segundo, Cantar de las bodas, el Cid conquista Valencia, donde vive, por merced del Rey, con su familia; derrota a los moros que querían quitarle la ciudad y envía mensajeros a don Alfonso con riquezas de gran valor. El Rey honra con su gracia otra vez a Rodrigo, y casa a las dos hijas de su fiel vasallo con los Infantes de Carrión, nobles leoneses que quieren medrar a la sombra triunfante del héroe. En el tercero, Cantar de la afrenta de Corpes, se declara la mala condición de estos Infantes; primero muestran su cobardía, y luego, cuando marchan desde Valencia a sus tierras de Carrión, quieren vengarse del Cid maltratando cruelmente y abandonando a sus mujeres en el robledal de Corpes. El Cid pide justicia, según derecho, al Rey, y éste la concede, de suerte que el héroe queda desagraviado, y los de Carrión y sus parientes y amigos, vencidos. Las hijas de Rodrigo casan de nuevo con Infantes de Navarra y Aragón, y acaba el Poema con la exaltación de la honra del Cid, emparentado con Reyes de España.
"Él vierta añejo vino en odres nuevos", M. Menéndez Pelayo
LAS OBRAS MÁS IMPORTANTES DE LA LITERATURA CASTELLANA MEDIEVAL SE HAN VERTIDO AL LENGUAJE ESPAÑOL MODERNO PARA PONERLAS AL ALCANCE DE TODOS LOS LECTORES.
(Barcelona, 1918-Valencia, 2010), filólogo y medievalista español, fue catedrático de Lengua y Literatura Española en las universidades de La Laguna, Sevilla y la Complutense de Madrid, donde finalizó su carrera y de la que fue profesor emérito hasta su muerte.
Entre sus numerosos trabajos, consagrados todos a la Edad Meedia, a la novela pastoril de los Siglos de Oro - y más esporádicamente al siglo XIX y principios del XX-, destacan sus ediciones de Los siete libros de la Diana de Jorge de Montemayor (Madrid, Espasa-Calpe, 1962), Libros de viajeros hispánicos medievales (Madrid: Ediciones del Laberinto, 2003), el Panorama críticos sobre el Poema del Cid (Madrid: Castalia, 1982) y este elegante Poema del Cid [versión métrica] (Edición original en Castalia, 1955), que es la mejor y primera adaptación del Cantar en castellano moderno.