Aún en los días en que escudaba su pluma tras un pseudónimo (María Lejárraga), María Martínez Sierra siempre fue gran innovadora y experimentadora de sus textos con las ideas. Lo siguió siendo en esta bella autobiografía. Incluso si la tradición hispánica estuviera repleta de textos autobiográficos, Una mujer por caminos de España brillaría por su valentía, por su visión y por su voz.(De la Introducción de Alda Blanco)