Narrada en primera persona por Carlos Císcar, un constructor que prosperó durante la posguerra gracias a una serie de negocios turbios, Los disparos del cazador reconstruye su historia familiar y social hasta llegar a la España democrática. Viejo, solo y retirado de la vida pública, Carlos trata de reconciliarse a través de su cuaderno con la memoria de un pasado lleno de conflictos y adulterios. Las miserias del narrador sirven de vehículo para que el lector conozca la mentalidad de una época y un lugar, el Madrid de mediados de siglo, en un fascinante juego de diarios cruzados entre los principales personajes de la novela.
La publicación de Los disparos del cazador (1994) supuso un punto de inflexión dentro de la narrativa española de finales del siglo XX, y la confirmación de Rafael Chirbes como uno de los escritores más importantes de su tiempo, pues, con esta obra, dio solidez a todo un proyecto narrativo basado en la reivindicación de la memoria colectiva. Esta edición de Ignacio Muñoz, tan cuidada como interesante, es la primera publicación anotada del autor.
Nació en Tabernes de Valldigna, (Valencia). Se dedicó a la crítica literaria durante algún tiempo y posteriormente a otras actividades periodísticas, como las reseñas gastronómicas y las guias de viaje. Su primera novela, Minoun (1988), quedó finalista del Premio Herralde y su obra La larga marcha (1996) fue galardonada en Alemania con el Premio SWR-Bestenliste. Con esta novela comenzó una trilogía sobre la sociedad española que abarca desde la postguerra hasta la transición, que se completa con La caída de Madrid (2000) y Los viejos amigos (2003). Con Crematorio (2013), un retrato de la especulación inmobiliaria, recibió el Premio Nacional de la Crítica y el V Premio Dulce Chacón. La novela En la orilla (2013), continúa el retrato de la España en crísis, además recibió tambien el Premio Nacional de Crítica (2014) y el Premio Francisco Umbral al libro del año 2013.
Rafael Chirbes falleció en su localidad natal, Tabernes de Valldigna en 2015.
