Las primera obras de Emilio Prados son de tendencia modernista. El carácter social y político de su obra queda patente en sus obras posteriores. Su obra superrelista, escrita en el exilio, combina los problemas existenciales y las nostalgias de su patria. Gran obra de uno de los grandes poetas que ha dado la faz de la tierra, de difícil lectura al principio, se aprecia mejor cuando uno se familiariza con el bello universo interior del autor.