El Barroco hereda del renacimiento la concepción humanística de la historia, basada en la recuperación del modelo clásico. La historiografía del seiscientos apenas se distingue de la del siglo anterior por un mayor interés por la erudición y por la crítica textual. También se destaca una preferencia por el tratamiento de sucesos particulares, contemporáneos, motivada por la conflicitividad político-social de la época. Al formarse el ejército español que debía sofocar la rebelión catalana Felipe IV encargó a su general, el marqués de los Vélez, que eligiera a alguien para que escribiera la crónica de la guerra. La elección recayó en Melo.
(De la Introducción de Joan Estruch Tobella)