La relación truncada entre un padre y un hijo, detenida abruptamente diez años atrás, cobra vida en el testimonio paterno acerca del tiempo no vivido en común. En el relato se revelan todas las deudas, las traiciones y los secretos ocultos que obligaron al silencio y la separación. Poco a poco, la confesión se convierte en una historia en la que el juego de espejos, las escenas que se repiten y aquéllas que se solapan o encierran lazos indisolubles van marcando la narración y la mirada, construida a medias de amor y de dolor, que unirá por siempre a unos pocos personajes.