Agudeza y arte de ingenio intenta estructurar el fenómeno poético con mayor y más sensible precisión, darle una nomenclatura original, destacar sus cualidades, en especial por lo que se refiere a la sutileza del decir o a la concentrada profundidad del pensamiento. A Gracián le preocupan esencialmente dos formas particulares de la expresión: la agudeza y el concepto. Se declara conceptista, entendiendo por concepto el pensamiento artificiosa e ingeniosamente expresado; pero se esfuerza por mostrar sus gustos eclécticos. Es una obra de entusiamo juvenil en la que Gracián trata de mostrar todos sus saberes poéticos y retóricos, sus humanidades y sus numerosas lecturas. Alienta en el breve tratado un afán de novedad, una total ruptura contra las presceptivas clásicas, a las que trata de superar en el estudio y denominación de los fenómenos estilísticos, empleados por los escritores clásicos o de su tiempo, que sobresalieron por la agudeza de expresión o por la profundidad y novedad de sus conceptos.
Jesuita, escritor del Siglo de Oro español que cultivó la prosa didáctica y filosófica. Entre sus obras destaca El Criticón, considerada como una de las novelas más importantes de la literatura española, que algunos comparan con El Quijote o la Celestina.
Su obra sigue la corriente literaria del conceptismo con un estilo de frases breves, denso y concentrado, con un dominio del juego de palabras y asociaciones ingeniosas. El resultado es un lenguaje lacónico, lleno de aforismos y capaz de expresar una gran riqueza de significados.
El pensamiento de Gracián es pesimista, como corresponde al periodo barroco. El mundo es un espacio hostil y engañoso y el hombre un ser débil y malicioso que sólo actúa por interés. Sus escritos ayudan a desembolverse en esta época.
Todo ello le ha valido a Gracián el ser considerado un precursor del existencialismo y la postmodernidad.